Género: Fantasía
Me vendieron este libro como indispensable si te había gustado Harry Potter y Sherlock Holmes, y yo, me lo creí. Lo cierto es que mirando reseñas descubrí que aunaba muchas de las cosas que más me gustan, magia, detectives y Londres de modo que lo leí.
Peter Grant es un joven policía en Londres que en la escena de un crimen, acaba interrogando a un posible testigo ocular que es en realidad un fantasma. Eso le parece algo raro, pero se lo comenta a un superior al que no conoce de nada y que resulta ser el único miembro del departamento de policía encargado de asuntos raritos. Parece ser que lo de hablar con fantasmas no es normal y que en realidad Peter es un mago, así que el Departamento lo llama a filas y su único miembro lo empieza a formar en las artes mágicas mientras investigan una serie de crímenes violentos y hacen de mediadores en una disputa entre los ríos de la ciudad.
Sinceramente, no es para nada lo que me había esperado. Me recuerda a Neil Gaiman, tiene un tipo de escritura que no me convence nada en novelas, lleva ritmo de serie o de película, es todo demasiado visual y creo que como guión estaría muy bien, pero no como narrativa. Además debo añadir que todo el asunto del ama de llaves o criada o lo que fuera, me parece que está desarrollado muy mal, supongo que extenderán el asunto más adelante, en otros volúmenes porque sino menudo fiasco.
Por ahora no planeo leer el segundo, pero tampoco lo descarto del todo, aunque sólo sea para ver si me reconcilio con mis expectativas o me reafirmo en mis decepciones.
Nota: 6/10
¿Podría haber sido cualquiera, o fue el destino? - Cuando me pongo a pensar en estas cosas me ayuda recordar la sabiduría de mi padre, quién una vez me dijo: - ¿Quién coño sabe por qué pasan las cosas?
Nota: 6/10

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