martes, 16 de septiembre de 2014

El color de los sueños - Ruta Sepetys



Género: Narrativa

Esta historia está ambientada en New Orleans en los años cincuenta. Josie, nuestra protagonista, es la hija de una prostituta en el French Quarters, uno de los barrios de la ciudad. Josie es una chica lista y podríamos decir que su relación con su madre no es la mejor. Tiene dos trabajos, limpia el burdel en el que trabaja su madre, del que  Willie está a cargo, una Madame que la quiere diez mil veces más que a su madre, y en una librería, como dependienta, en cuyo piso de arriba vive. Su sueño es llegar a ir a la universidad, pero sabe bien que no tiene los medios para conseguirlo y se conforma con ser la estigmatizada hija de una de las putas más famosas de la ciudad. Por casualidades de la vida conoce a Charlotte, una chica bien, que intenta abrirle puertas y Josie intenta aferrarse a ellas con los dientes. Mientras, su madre se ha metido en un lío con la mafia, y decide desaparecer, pero al desaparecer, los de la mafia acuden a Josie para que salde las cuentas de su madre.

Tenemos dos mundos que la autora separa muy bien, por un lado el burdel, en el que personalmente me encanta el personaje de Willie, creo que es con diferencia la más inteligente en todo el libro, pero es muy fácil enamorarse del resto de personajes también, especialmente del chófer negro. Por otra parte, es muy poco habitual la manera que tiene la autora de tratar a las prostitutas, a quienes acerca como chicas alegres y en cierto modo, contentas con su trabajo, con lo cual te hace aceptar el burdel como un hogar, y a todos sus integrantes como una familia, tal vez algo disfuncional, pero feliz.

Por otro lado, en la librería tenemos a Patrick, al cuál yo calé en seguida y me llevó a estar confundida durante un par de capítulos, pero sólo porque la protagonista es un poco lerda, en cualquier caso, la relación entre Patrick y Josie es muy original, y llevan un gran rollo de libreros con referencias a novelas y a personajes que para los bibliofilos es sumamente divertido.

Me encantó, está muy bien escrito, los personajes están muy bien definidos y es muy fácil empatizar con ellos. No cae en estereotipos aunque lo parezca al leer su descripción, y es especialmente entretenido.

Un día, cuando tenía catorce años, le dije a Charlie que odiaba a mi madre. "No la odies, Jo" me dijo. "Siente lástima por ella. Ella no es, ni de lejos, tan lista como tú. Ella no nació con tu brújula, así que vaga por el mundo golpeándose con todas las paredes que se encuentra, y eso es triste." Comprendí lo que me decía y me obligué a mirar a mi madre con otros ojos. ¿Pero no había algún tipo de norma que decía que los padres deben ser más listos que sus hijos? No me parecía justo. 


Nota: 8,5/10

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