Género: Juvenil
London es una chica de instituto bastante especial. No puede recordar su pasado pero sí puede "recordar" su futuro, cada madrugada su memoria hace un una especie de lavado y va olvidando todo lo que pasa día tras día, sin embargo, es capaz de recordar lo que todavía está por llegar. Sabe quién es su madre porque "recuerda" que la llamará mamá, y que saldrán a comer el próximo año. "Recuerda" a su mejor amiga porque sabe que al día siguiente la irá a buscar a casa para llevarla al instituto.
La única manera que tiene de funcionar como una persona más o menos normal es dejándose notas y escritos con lo que ha pasado. Por supuesto, eso también le da el poder de olvidar a voluntad cualquier cosa importante o dolorosa que le haya pasado, pues una vez no lo lea al día siguiente, lo que pasó, nunca habrá pasado para ella.
El libro empieza cuando conoce a un chico nuevo, se empieza a hacer amiga de él, pero es incapaz de "recordarlo" del futuro, nunca antes le había pasado algo así. Además, empieza a tener flashes de un funeral, que no sabe si está situado en el futuro o en el pasado.
La verdad, es que la idea del libro me encantó, me parece espectacularmente buena y que brinda tantas oportunidades a la hora de escribir una novela. El problema es que la autora no las utiliza, y acaba haciendo de una idea brillante, una novela tirando a mediocre. Se lee bien, pero ¡Qué manera de malgastar un buen planteamiento!
"Para mí leer es recordar".Nota: 6/10